lunes, 13 de junio de 2011

Cambiar o morir

Si cambiamos, experimentamos la vida en diferentes facetas, ángulos, sabores. Si quedamos estáticos, se muere la vida en nosotros, el bloqueo se instala, la vida se frena, la inercia nos embarga.
Al cambiar, estamos vivos, alerta. Puede que sintamos miedo o inseguridad, o lo hagamos a pesar de que nos provoque un conflicto interno, ya que una voz (que en realidad es de otros) nos dice: “Cuidado, es peligroso salir de las viejas estructuras.” Pero nos sentimos vivos aunque con temor. Si somos aventureros por naturaleza, estaremos encantados, a pesar del miedo, pues es divertido exponerse y aceptar el desafío. Cambiar = Vivir. La vida es continuo movimiento, en cada inspiración y expiración se están realizando cambios en nuestras células. Nada es estático, el movimiento está ocurriendo aunque nuestros limitados sentidos no nos dieran noticia de estos cambios.
Cuando nos resistimos al cambio, pasamos a vivir la muerte. Nuestra energía se desgasta en aguantar, retener, guardar, evitar por todos los medios el movimiento. No sobra energía para vivir, gozar, estar presente y consciente del movimiento. Esta situación estática nos da una pseudo-seguridad, pues se percibe como ausencia de peligro: conozco todo, domino todo, controlo todo. Para vivir la muerte, no hace falta que nuestro cuerpo físico desaparezca, ni siquiera que haya cambios exteriores en nuestra vida. La muerte es interior… Imaginemos que la energía que da vida a nuestro cuerpo funciona como un río, fluyendo valle abajo. Este movimiento valle abajo representa un cambio continuo, ininterrupido, tal y como es la vida. Cuando se encuentra un obstáculo insalvable, el agua no vuelve hacia atrás, sino que escurre por donde puede, desbordándose y arrasando los campos vecinos. Lo mismo pasa en nuestro cuerpo. Cuando nuestra energía de vida se encuentra con un muro intransponible, no se anula, sino que inunda lo que la circunda, sobrecargándolo. Si esto ocurre en un órgano de nuestro cuerpo, esta sobrecarga energética acabará impidiendo que el órgano funcione adecuadamente. Y la energía que debería fluir hacia la siguiente zona, al llegar deficitaria, tampoco permitirá que el cuerpo funcione como debiera. Si el bloqueo se queda instalada mucho tiempo, empezará a crear disfunciones. Todo ello nos separa de la salud y nos acerca a la enfermedad. ¿Porqué en determinado momento se presenta una enfermedad, y no antes? En el momento en que el cuerpo no dispone de recursos para paliar un desequilibrio energético, empieza a crear un síntoma visible. Lo que antes ocurría a nivel sutil pasa al cuerpo físico. . El muro insalvable que bloquea y desvía nuestra energía, lo construye el pensamiento. El pensamiento da dirección a este río de energía, le cambia el cauce, le hace deslizarse suavemente por las orillas o le acelera provocando remolinos y cascadas. Lo que creemos determina la forma en que vivimos lo que nos pasa y la forma en que tomamos los acontecimientos de nuestra vida va determinar cómo corre nuestro río de energía vital. ¿Dónde está entonces la llave para que no ocurra la enfermedad? En mantener fluyendo la energía en el cuerpo sutil.
Muchos lectores en este momento estarán pensando: ¿“que historia es esta? Nunca me hablaron de un cuerpo sutil”… Aunque no haga parte de las creencias generalizadas de nuestra sociedad occidental, el cuerpo sutil está, existe y se detecta de diferentes formas. De hecho, las enfermedades aparecen en este cuerpo energético mucho antes de presentarse físicamente. Y si conseguimos deshacer el bloqueo energético, no llegarán nunca a materializarse.
Nuestra lista de “aceptación imposible” es pues, un resumen de causas de bloqueo energético. Son los temas que rechazamos debido a creencias incuestionables para nosotros, ya que son al tiempo pilares de nuestro sistema de creencias y también la causa primera de nuestra dificultad de cambiar, de ensanchar nuestra consciencia y nuestro horizonte. Mira una a una las ideas que hacen inaceptables para ti la injusticia, la vida tal como es, las personas tal como son… Todas estas cosas las están mirando desde el pie de la montaña, no desde la cima. Para llegar arriba, es necesario comprender el mundo sutil. Seguiremos con él, la semana próxima.

Ventanas

Cambio – ¿Qué es realmente un cambio? ¿Tenemos que vivir pendientes del cambio en nosotros mismos, las cosas, personas, situaciones? Una lucha sin fin… Cuando hablo de cambio no me refiero a esto. Me refiero a “dejar actuar la vida”. Que la gota de agua del río no quiera conducir todo el cauce de agua ni quiera frenarle ni desviarle. Cuando se acepta la vida y el esfuerzo se dirige a comprender lo que cada situación puede aportar, el cambio ya se ha producido. Me refiero al cambio en la forma de ver la vida y las cosas, un cambio en el pensamiento…
Obstáculo insalvable – Visto el cambio desde este prisma, el obstáculo insalvable es el pensamiento que no admite discusión, el que no estás dispuesto ni siquiera a considerar, el que te hace perder los papeles, el incuestionable y dogmático… Aquél que es una barrera para tu desarrollo como ser humano y para tu capacidad de comprensión desde un lugar más amplio y consciente, un muro entre ti y el pensamiento eterno.
Enfermedad – Dentro de las definiciones anteriores, la enfermedad representa el desequilibrio energético, no importa si por defecto (bloqueo, represión) o por exceso (compulsión). En el momento en que un pensamiento impide el libre paso de la energía, el desequilibrio se instala. Muchas veces la causa no es sólo personal, sino que responde al grupo familiar, a creencias familiares, a dogmas de clan. Muchas veces lo que representa el orgullo de la familia es lo que nos tiene prisioneros de determinadas formas de ser y de pensar. Otras veces son pensamientos aceptados por el grupo y la Humanidad, ¡lo que no significa que sean ciertos!

sábado, 4 de junio de 2011

El esclavo

Tú, ¿de qué eres esclavo?
¿De las heridas que recibiste cuando eras pequeño?, ¿de tus traumas de la infancia?, ¿de lo que alguien más decidió que fueras?, ¿de una relación que no te satisface?, ¿ de un trabajo que no disfrutas?, ¿de la rutina de tu vida?
¡Ya libérate! ¡tira ya ese costal que llevas en la espalda en el que guardas el resentimiento, el rencor y la culpa!. Deja ya de culpar a otros y a tu pasado por lo que no marcha bien en tu vida. Cada día tienes la oportunidad de empezar otra vez. Cada mañana, al abrir los ojos, naces de nuevo, recibes otra oportunidad para cambiar lo que no te gusta y para mejorar tu vida. La responsabilidad es toda tuya. Tu felicidad no depende de tus padres, de tu pareja, de tus amigos, de tu pasado, depende solo de ti.
¿Qué es lo que te tiene paralizado?, ¿el miedo al rechazo?, ¿al éxito?, ¿al fracaso?, ¿al que dirán?, ¿a la crítica?, ¿a cometer errores?, ¿a estar solo?
¡Rompe ya las cadenas que tu mismo te has impuesto! A lo único que le debes tener miedo es a no ser tú mismo, a dejar pasar tu vida sin hacer lo que quieres, a desaprovechar esta oportunidad de mostrarte a otros, de decir lo que piensas, de compartir lo que tienes. Tú eres parte de la vida y como todos, puedes caminar con la frente en alto. Los errores del pasado ya han sido olvidados y los errores del futuro serán perdonados. Date cuenta de que nadie lleva un registro de tus faltas, solo tú mismo. Ese juez que te reprocha, ese verdugo que te castiga, ese mal amigo que siempre te critica, ¡eres tú mismo! Ya déjate en paz, ya perdónate, sólo tú puedes lograrlo.
¿Cuándo vas a demostrar tu amor a tus seres queridos?, ¿Cuándo te queden unos minutos de vida?, ¿Cuándo les queden a ellos unos minutos de vida?
El amor que no demuestres hoy, se perderá para siempre. Recuerda que la vida es tan corta y tan frágil que no tenemos tiempo que perder en rencores y estúpidas discusiones. Hoy es el día de perdonar las ofensas del pasado y de arreglar las viejas rencillas. Entrégate a los que amas sin esperar cambiarlos, acéptalos tal como son y respeta el don más valioso que han recibido: Su libertad.
Disfruta de tus relaciones sin hacer dramas. Si pretendes que todos hagan lo que tú quieres o que sean como tú has decidido, si pretendes controlar a los que te rodean, llenarás tu vida de conflicto. Permite a otros que tomen sus propias decisiones como has de tomar las tuyas, tratando siempre de lograr lo que es mejor para todos. Así podrás llenar tu vida de armonía.
Y por último, ¿Qué estás esperando para empezar a disfrutar de tu vida? ¿Que se arreglen todos tus problemas?, ¿Que se te quiten todos tus traumas?, ¿Que por fin alguien reconozca tu valía?, ¿Que llegue el amor de tu vida?, ¿Que regrese el se fue?, ¿Que todo te salga como tú quieres?, ¿Que se acabe la crisis económica?, ¿Que te suceda un milagro?, ¿Que por arte de magia todo sea hermoso y perfecto?
¡Despierta ya!, ¡Esta es la vida!
La vida no es lo que sucede cuando todos tus planes se cumplen, ni lo que pasará cuando tengas eso que tanto deseas. La vida es lo que está pasando en este preciso instante. Tú vida en este momento es leer este párrafo, donde quiera que lo estés haciendo y con las circunstancias que te rodean ahora. En este momento tu corazón lleva sangre a todas las células de tu cuerpo y tus pulmones llevan oxígeno a donde se necesita. En este momento algo que no podemos comprender, te mantiene vivo y te permite, ver, pensar, expresarte, moverte, reír, ¡hasta llorar si quieres!
No te acostumbres a la vida, no te acostumbres a despertar todos los días y estar aburrido, o malhumorado, o preocupado. Abre tus ojos y agradece todas las bendiciones que puedes ver, agradece tu capacidad de oír el canto de los pájaros, tu música preferida, la risa de tus hijitos. Pon tus manos en tu pecho y siente tu corazón latir con fuerza diciéndote: “Estás vivo, estás vivo, estás vivo”.
Yo se que la vida no es perfecta, que está llena de situaciones difíciles. Tal vez, así es como se supone que sea. Tal vez por eso se te han brindado todas las herramientas que necesitas para enfrentarla: una gran fortaleza que te permite soportar las pérdidas, la libertad de elegir cómo reaccionar ante lo que sucede, el amor y el apoyo de tus seres queridos.
Se también que tú no eres perfecto, nadie lo es. Y sin embargo, millones de circunstancias se han reunido para que existas. Fuiste formado a partir de un diseño maravilloso y compartes con toda la humanidad sus virtudes y defectos. Así está escrito en tus genes, en los genes de todos los seres humanos que han existido y en todos los que existirán.
Tus pasiones, tus miedos, tus heridas, tus debilidades, tus secretos y tu agresión, los compartes con todos tus hermanos. ¡Bienvenido a la raza humana! Esos supuestos defectos son parte de tu libertad, parte de tu humanidad.
Si te preguntas ¿Quién soy yo para decirte todo esto? Te contestaré que no soy nadie, soy simplemente una versión diferente de lo que tú eres. Otro ser humano más entre miles de millones, pero uno que ha decidido ser libre y recuperar todo el poder de su vida…
Espero que tú también decidas hacerlo.

Francisco J. Ángel Real

miércoles, 1 de junio de 2011

El coraje de amar

Sólo cuando tienes el suficiente valor,
para enfrentarte a tus dragones interiores,
sólo cuando puedes vencer tus miedos,
a ser dañado o encontrarte solo,
o vacío y abandonado,
sólo cuando derribas los muros que tú has construido,
que te separan de los demás,
sólo cuando te quitas la máscara que te has fabricado,
para esconderte de los demás,
sólo cuando acallas tus tormentas mentales,
sólo cuando calmas tus mareas emocionales,
sólo cuando perdonas todo y te perdonas a ti mismo,
sólo cuando abres tu corazón sin miedos,
Y amas incondicionalmente,
Sólo entonces es que llegas a saber:
que no hay enemigos,
sino que tú eres tu peor enemigo,
y que ni siquiera eso es real,
que nada ni nadie te puede dañar,
sin tu consentimiento,
si tú no sigues alimentando
la creencia de que tiene el poder,
que no hay vencedores ni vencidos,
que no hay culpables,
que todo es una gran obra teatral,
con diversas escenas y personajes a interpretar,
Y que somos actores voluntarios del Gran Plan Divino…
Porque sólo cuando abres tu corazón,
para entregarte a amar,
es que puedes sentir,
el inmenso Amor que Dios tiene por ti Eternamente,
desde el principio de los Tiempos,
en que fuiste creado,
que nunca has estado solo ni desatendido,
que nunca has dejado de ser amado…,
sino que tú mismo cerraste las puertas,
y por más que llamaban tú no escuchabas ni abrías,
ya que estabas ocupado en luchar contra tus fantasmas…,
y sólo desde dentro se podía abrir tu puerta…

 ANGEL YOFIEL