viernes, 18 de diciembre de 2015

¿Por qué nos cuesta tanto soltar, dejar ir?


                                                                
“Antes de aprender a conseguir, deberíamos aprender a dejar ir. La vida está hecha para acariciarse, no para estrangularse. Tienes que relajarte.”

domingo, 1 de noviembre de 2015

EL CORAJE DE SER UNO MISMO

Nada tan difícil como convertirse en uno mismo. ¡Qué gran paradoja! 
   Convertirse precisamente en lo que uno nunca ha dejado de ser.
   Pero ¡son tantos los viejos patrones, las pautas, los esquemas y los condicionamientos!
 Con todo esto, existe el riesgo de convertirnos en un simulacro de nosotros mismos.
Existe una historia muy significativa.
Una mujer cumplió ciento diez años y los periodistas fueron a entrevistarla.
Le preguntaron si querría volver a vivir la misma vida. Espantada, contestó: "No, no, por favor, jamás. Cuando era niña viví en base a los sueños y deseos de mis padres; después me casé y viví en base a los sueños y deseos de mi marido. Después sucedió lo mismo con respecto a mis hijos, a mis nietos y a mis biznietos.
¿Saben lo que les digo? Si volviera a nacer, sería muy diferente"
Nos enseñan a hacer pero no a Ser, a ir hacia lo externo, pero no hacia nosotros mismos. Vivimos o malvivimos condicionados por las creencias de los demás. Nos alejamos de nuestro centro y dejamos de ser para convertirnos en un falso holograma.
Como dice un proverbio zen, "nos ponemos de espaldas al sol y nos preguntamos dónde está". Hay mucho más que desaprender que aprender; mucho de lo que despojarse para ser uno mismo. Se requiere de un inmenso coraje.
Pero con que podamos arrojar por la borda algo que no nos pertenece, ya hemos obtenido un gran logro y el camino comienza a abrirse.
La salud emocional no está solo en hacer y mucho menos en aparentar o seguir los dictados de los otros.
Está en SER. No hay experiencia tan rica, inspiradora y reconfortante como la de SER.
Algunas mañanas, nada más despertar, la pregunta asalta mi mente: ¿A dónde voy?
Y esa pregunta también me acecha en los momentos más inesperados. De una u otra manera, somos muchos lo que, con inquietudes espirituales, nos hacemos este tipo de preguntas y muchas otras.
Son esos interrogantes persistentes, incluso a veces obsesivos, que nacen de un alma que busca, anhela y ansía una comprensión profunda de aquello que se esconde tras las apariencias y cuyo sentido, escapa a una mente racional y llena de limitaciones humanas. Penetra uno en esos terrenos que le condujeron a Buda a afirmar: "El que interroga, se equivoca, el que responde, acierta".
No es tanto el asunto de a dónde voy o de dónde vengo, como el de encontrar un sentido en el estar presente y convertir cada instante en supremo y una vía hacia un modo de percibir diferente al ordinario.
Por eso la grandeza de la meditación no consiste en ir o venir, sino en ser y estar. No hay pasado, no hay futuro, no hay preguntas. Es presencia. Los dedos que señalan la luna no son la luna. Los nombres de las cosas no son las cosas.
El ego sigue preguntándose, porque quiere saber a dónde vamos, de dónde venimos, si nuestra vida tiene o no un significado, si representamos algo en este vasto universo. A la pregunta que repiquetea en mi mente, le contesto con un sentimiento intenso e invulnerable: el de querer ir hacia mi mismo aunque sea por un fugaz instante.
Se trata de la aventura de ir aunque no lleguemos. Uno no elige el viaje; el viaje le elige a uno. Pero una vez que el viaje hacia adentro te ha elegido, es una calamidad resistirse a él. En lugar de extraviarnos en una madeja de opiniones que pueden terminar por confundirnos, lo mejor es poner en práctica las herramientas que se nos han proporcionado.
En lugar de filosofar, hagamos una práctica diaria de evolución consciente.
Ramiro Calle

viernes, 2 de octubre de 2015

LA ESPALDA COMO REFLEJO DE NUESTRAS EMOCIONES OCULTAS

Las emociones y sentimientos reprimidos pueden causarnos enfermedades como gastritis o úlceras, pero también dolor de espalda. Esto está probado por estudios que concluyen que las emociones afectan a los dolores crónicos de espalda, y también dicen que en la zona frontal y en el núcleo del cerebro, es donde se crea el grado del padecimiento y su progreso.

Empezaremos por determinar, que la columna vertebral en sí misma, representa simbólicamente “el soporte que sentimos en la vida”. La forma en que nos sentimos fuertes, comprendidos, apoyados por la familia, apoyados por los amigos, etc.

La columna vertebral es físicamente, el soporte de todas las cargas físicas y emocionales, es el pilar de nuestra existencia, no sólo por su función estructural, sino por lo que ella recubre y protege, nuestro sistema nervioso.

A través de la columna, el cerebro controla todos los movimientos físicos, psíquicos y biológicos, ordena y recibe mensajes de las diferentes partes del cuerpo. Esta información circula por los meridianos, la médula y los nervios de la espalda, principalmente.

Se ha descubierto, que el dolor que provoca las lesiones, estaría relacionado con el estado emocional del cerebro. Nuestra actitud y pensamientos pueden determinar diferentes estadios de dolor.

La biodescodificación, relaciona las molestias de la espalda y sus síntomas con emociones bloqueadas, con emociones y sentimientos no conscientes.

Muchas enfermedades (síntomas), están relacionadas con la espalda, muchas de ellas, provocadas por pequeños desplazamientos de las vértebras que oprimen los nervios que sustentan nuestros órganos y distintas partes del cuerpo, o por desgaste de las mismas, traumatismos, etc. Pero sea cual sea el síntoma, es debido a una emoción, y dependiendo del grado de conflicto emocional, es la cantidad de dolor que se presenta.

Los estados emocionales también pueden afectar al resto de nuestro cuerpo, aunque en la espalda le generaran un trabajo extra, aquejando la respiración, impidiendo que entre el suficiente aire para mantener la fuerza necesaria.

El estrés castiga nuestro estado físico y emocional, nos produce impotencia muscular, orgánica y hasta mental.

La musculatura que cubre la parte superior de nuestra espalda indica cómo nos sentimos, si estamos contentos el cuello estará derecho, nuestro semblante relajado, y sin tensiones, pero si estamos tristes, nuestra mirada se dirigirá al suelo, igual que el cuello y la cabeza que se inclinarán hacia adelante.

También nos sentiremos cansados y desanimados, sin ninguna causa aparente, esto está provocado porque respiramos mal, y no tenemos la energía suficiente para actuar. La musculatura estará rígida, y la circulación sanguínea será lenta, tendremos dolor de cabeza, la vista cansada y el sistema digestivo con molestias.
Dividamos la espalda, por zonas:

Las vértebras cervicales

Se relacionan con la comunicación y como afrontamos la vida. Representan nuestra flexibilidad para cambiar, para superar, para enfrentar lo que se vive.

Un dolor en el cuello indica negación, rigor, y obstinación. Así que pregúntate, qué tan flexible eres o qué tan terco eres. Entre más seas obsesivo por hacer las cosas a tu manera y a tu modo y entre más te niegues a cambiar o a hacer cosas diferentes o a hacer las mismas cosas de manera diferente, más te dolerá el cuello.

Y si amaneces con dolor en el cuello, no es que hayas dormido en mala posición, es por aquello que vienes pensando hace tiempo o unas horas antes en donde interviene tu necedad por no “cambiar en algo”…

Hombros

Si el dolor de espalda, ocurre al nivel de los hombros, significa que existe una falta de apoyo emocional por parte de tus seres queridos. Te sientes sólo en ese importante proyecto, te sientes sin apoyo para hacer algo, necesitas amor y abrazos que te motiven.

En el momento en que tu seguridad crezca y no necesites la aprobación de los demás, adiós dolor.
Tú puedes.

Las vértebras dorsales

Son las vértebras a la altura del pecho, pero obviamente en la parte posterior.

El dolor en éstas vértebras, provoca que nos inclinemos hacia adelante, como si cargáramos un gran peso en la espalda.

Estas vértebras suelen doler cuando nuestra vida diaria está llena por responsabilidades que no queremos, que no aceptamos.

Y puede ser tan simple como lavar los platos, planchar o cualquier actividad que “no nos gusta”.

O puede ser cargar con la responsabilidad de mantener a toda una familia, cuidar de alguien, realizar un trabajo que no nos complace.

Cuando te duelan estas vértebras, pregúntate qué estás haciendo que no te gusta o con qué responsabilidad estás cargando que no aceptas ni disfrutas.

Parte Central

La parte central de la espalda, digamos entre el pecho y el ombligo, pero en la parte posterior, representan la culpa.

Son las vértebras más pequeñas y menos flexibles de nuestra espalda.

Los dolores en dichas vértebras, pueden deberse a angustia, estrés, inquietud, ansiedad, tristeza, pero sobre todo de culpabilidad por algo que hemos hecho o hemos dicho.

Cuando te duelan estas vértebras, pregúntate en qué te has comprometido sin quererlo o por qué te preocupas más por los demás que por ti.

¿Te comprometiste a cuidad a tus sobrinos cuando en realidad querías ir a cortarte el cabello?

Cosas tan simples como este ejemplo, pueden hacer que duela la parte media de la espalda, ya imaginarás un compromiso mayor. O una culpa mayor.

Lumbares

Y llegamos a las vértebras lumbares, esas que van desde tu cadera hasta tu coxis, esas que representan tu verdadera esencia y aquello que no puedes negar.

Esta zona representa tu voluntad y tu equilibrio y hasta tu vida espiritual, tu verdadera naturaleza está determinada por esta zona.

Tu puedes andar por la vida diciendo que vives en paz, que nada te preocupa, que tu vida es perfecta y feliz, pero de pronto, viene un dolor en esta parte que te dice: “la verdad es ésta….”

Necesitas preocuparte menos por el dinero…
Necesitas moderación en tu vida sexual….
Necesitas vivir en equilibrio….
Necesitas tener fe….

Cuando hay dolor en esa zona, hay inflamación, y muchas veces de confunde con dolor de riñones, pero emocionalmente y en una gran mayoría de los casos, tener un dolor en estas vértebras, significa: “estoy gastando mucho dinero y me preocupa acabármelo”.

Y cuando ya sentimos “piquetes”, es que nuestro miedo a quedar “pobres” es realmente grave.

Así que cada vez que sientas dolor en esta zona, además de analizar si realmente tu vida es tan buena como la pintas, piensa qué fue lo último que compraste o en qué gastaste que te hizo sentir que estabas “gastando mucho”.

El simple hecho de tomar conciencia de que el dinero viene y va y que llegará más y que por gastado en “aquello” no quedarás pobre, te anulará el dolor.

Por eso es la zona de la fe, de tu esencia, porque debes confiar en que el universo proveerá y que jamás faltará.

El tema es amplio, así como la relación de cada vértebra con un órgano específico, pero en general, así funciona….

Akasha Sanación Integral – Elizabeth Romero Sánchez y Edgar Romero Franco.

sábado, 4 de julio de 2015

EL ARTE DEL BUEN AMOR


“El Amor es el Rey, pero en las relaciones a veces olvidamos nuestra Excelencia, para reducirnos a pordioseros, mendigos, que continuamente imploramos por un mendrugo de pan, habiendo olvidado que la hogaza entera ya es nuestra”. Un Curso de Milagros.

¿Quieres dejar de ser victima de la “otra persona”?
¿Quieres amar sin miedo?
¿Quieres amar sin condiciones?
¿Quieres dejar de actuar y SER?
¿Tienes una relación basada en el apego?

Toda relación de pareja que se sustente desde el ego, que a la vez se alimenta del miedo, nos lleva inevitablemente hacía el conflicto. El miedo está a cargo de la relación y por tanto, no sentiremos la maravillosa experiencia del Buen Amor.

¿Tienes miedo al abandono?
¿Tienes miedo a que te controlen?
¿Sientes que te “sacrificas” por tu pareja?

El Buen amor va de la mano del Ser. Es amar sin condicionamientos, es amar sin pedir, sin esperar, el buen amor no busca el propósito del obtener. La pérdida no existe, el miedo no existe, porque cada ser individual vive desde su sensación plena, se siente y se sabe desde su propia Magnificencia.
No hay necesidades que se tengan que cubrir por el otro/a, porque tú y sólo tú sabes quien eres, que quieres, porque tú eres la persona que te sostienes y te sustentas. El Amar Bien se basa en una relación de amor auténtico, verdadero.
Una pareja consciente vive la relación no desde la manipulación, la transacción, la manipulación emocional, vive desde la empatía, la compasión, sabiendo que cada uno desde su propia individualidad ya es en sí amor, felicidad, abundancia, porque la lleva dentro.

El ego nos dice que tenemos que buscar fuera, pero ahí no vamos a encontrar nada más que dolor. Si anhelas paz, felicidad, satisfacción, plenitud, busca dentro de ti, de este modo, las circunstancias externas no podrán ejercer ningún efecto ni control sobre ti, porque tú, sólo tú eres el dueño de tu propia vida.

Rosa Arauz. Lider Certificada a nivel Internacional por la Organización Sana Tu Vida. Louise L. Hay. EDUCANDO PARA LA VIDA. EDUCANDO PARA EL AMOR DESDE 1999.


domingo, 7 de junio de 2015

Convivir y compartir... no es entregar y ceder

                                          

¿Qué es la dignidad personal? Podríamos acuñar varias definiciones acerca de lo que es la dignidad personal. Pero yo creo que una de la que más se ajusta es la suma de esa confianza en uno mismo y el respeto por los valores, por los principios, por los códigos éticos y morales que cada uno maneja. Pero sucede hoy en día, que la pérdida progresiva de valores que tenemos, sobre todo en el mundo occidental, hace que también paralelamente con eso muchos seres humanos vayan perdiendo su dignidad personal. ¿Y cómo la pierden? La pierden a través de ceder espacios que quizás jamás debieron haber cedido, la pierden a través de aceptar situaciones y conceptos acerca de su persona que jamás debieron haber permitido, la pierden a través de ir generando la destrucción de su propia identidad en la medida que le dan  mayor relevancia a la opinión, al juicio y a la experiencia de los demás en contrapartida con lo que es su propia experiencia de vida. Y lo lamentable y lo duro de esta situación es que no nos vamos dando cuenta, es como que todo esto va sucediendo en forma imperceptible, porque es hoy que dije que sí porque no quiero discutir y porque quiero mantener la armonía, y eso sucede a nivel de la pareja y eso sucede a nivel del matrimonio y mañana vuelvo a decir que sí porque estoy muy cansado o cansada y no quiero discutir, y de esa manera, sin darme cuenta, voy dejando que los demás se vayan apoderando de mi territorio, de mi espacio genuinamente ganado con todo el derecho que tenemos los seres humanos que ocupamos un lugar dentro del Universo.

Pero esto también se da a nivel de las relaciones entre los padres y los hijos, esto también se da a nivel de las relaciones laborales, se da también a nivel de las relaciones interpersonales, y cuando vamos sumando la cantidad de situaciones en donde nosotros nos vemos involucrados, perdiendo progresiva y paulatinamente, pero sin regreso, esa dignidad personal, nos vamos a encontrar un día en que ni siquiera nos vamos a reconocer a nosotros mismos. Ya no vamos a saber por qué hemos hecho esa regresión, por qué hemos permitido que se nos invada de esa manera nuestra vida, por qué hemos perdido el rumbo, por qué hemos perdido el protagonismo de nuestra propia existencia.

Y hay una sola manera de recobrar esa dignidad personal que es a través de la recuperación de la autoestima, es a través de la recuperación de ese respeto por nuestra propia persona que va desde el respeto por nuestra imagen corporal, hasta el respeto por nuestras ideas, hasta el respeto por lo que nosotros pensamos acerca de la vida, de cuál es nuestra misión y cuál es nuestra visión acerca de la existencia humana y del rol que cada uno de nosotros juega dentro de esa vida.

Y… hay personas que han crecido con una muy baja autoestima porque los mensajes recibidos han sido profundamente negativos y nunca, por distintos motivos, se tomaron el tiempo y el trabajo de evaluar si esa imagen personal tan desvalorizada era real o era consecuencia de mensajes negativos recibidos generalmente del ámbito familiar. Y yo creo que hay una responsabilidad que tenemos todos los seres humanos a medida que vamos creciendo y vamos accediendo a la madurez de nuestra vida, de revisar esos conceptos. Algunos tienen la suerte de haber sido estimulados desde muy pequeños y son personas que pueden considerarse exitosas con la vida, partiendo de la base que ser exitoso es el poder vivir de acuerdo a sus propias expectativas, es vivir de acuerdo a sus propios principios.

Pero aquellas personas que por alguna razón no fueron estimuladas adecuadamente, tienen hoy la oportunidad de reevaluarse para ver si realmente esos mensajes eran reales o si formaban parte de ese bagaje de culpas que muchas veces nos van depositando a lo largo de la vida sin que nosotros tengamos nada que ver con los hechos en que nos están involucrando.

Y es bueno que pienses en este momento cómo está tu dignidad personal. Qué espacios has cedido, porque no es que esté mal ceder espacios cuando uno lo hace en forma pareja con otra persona. Por ejemplo, en los vínculos afectivos, si la cesión de espacios es efectiva y es de ambos lados, me parece correctísimo que uno flexibilice su postura, su posición, su pensamiento, su acción en función de agradar y halagar al otro y tratar de esa manera de tener una convivencia lo más armónica posible. Pero una cosa es esto y otra cosa es que sistemáticamente, por distintos motivos, nosotros vayamos cediendo los espacios para tratar de mantener una armonía que no pasa porque nosotros perdamos nuestra identidad sino que pasa por la comprensión y por la capacidad de escuchar que puede tener la otra persona para poder comprender lo que pensamos y lo que sentimos en el marco de referencia de lo que ha sido nuestra educación y nuestra manera de ver y vivir la vida.

Quizás todo esto que estamos reflexionando hoy, mueva los cimientos más profundos de tu persona y pienses que no es el momento de revisar tu conducta o tu actitud ante la vida. Y yo quiero decirte, que cuanto antes lo hagas, mejor te irá, también tendrás mayores posibilidades de cambiar, de enmendar el camino, de introducir modificaciones que te hagan sentir que la vida tiene un POR QUÉ y un PARA QUÉ y que convivir y compartir es algo muy diferente que entregar y ceder.

Respeto y seguridad en tu actitud frente a la vida te darán la dignidad necesaria para proyectarte hacia el futuro con tus sueños e ilusiones.


¡No decaigas! ¡Tú puedes recuperar tus valores y tu derecho a ser feliz! ¡Ven… aprende a visualizar tu realidad tal cual ella es, y ve tras el cambio definitivo en tu existencia!

sábado, 9 de mayo de 2015

LO QUE NO DEBES HACER POR LOS DEMÁS



Quizás eres una de esas personas que siempre está lista a ayudar a los demás. Tienes carácter amigable y te gusta servir a otros, darles lo mejor de ti. Con frecuencia puedes notar que, por un lado, tus esfuerzos no se ven compensados con una solución real para los problemas del otro; y, por otro lado, no recibes ayuda con el mismo esmero con que la brindas.
Tus intenciones son, seguramente, muy nobles. Y aunque le colabores a los demás sin esperar realmente nada a cambio, te preguntas por qué llegan a ser injustos contigo. Te frustras también porque, a pesar de todo el empeño que pones, finalmente no logras marcar un punto de quiebre en las dificultades de otras personas. ¿Qué pasa? Que a veces lo mejor que puedes hacer por los demás, es precisamente, no hacer nada.

La mariposa que no voló

Cuenta una vieja historia que un hombre encontró el capullo de una mariposa tirado en el camino. Pensó que allí corría peligro y entonces lo llevó hasta su casa para proteger esa pequeña vida que estaba por nacer. Al día siguiente se dio cuenta de que el capullo tenía un orificio diminuto. Entonces se sentó a contemplarlo y pudo ver cómo había una pequeña mariposa luchando para salir de allí.

El esfuerzo del pequeño animal era titánico. Por más que lo intentaba, una y otra vez, no lograba salir del capullo. Llegó un momento en que la mariposa pareció haber desistido. Se quedó quieta. Era como si se hubiera rendido.

Entonces el hombre, preocupado por la suerte de la mariposa, tomó unas tijeras y rompió suavemente el capullo, a lado y lado. Quería facilitarle al animalito la salida. Y lo logró. La mariposa salió por fin. Sin embargo, al hacerlo, tenía el cuerpo bastante inflamado y las alas eran demasiado pequeñas, parecía como si estuvieran dobladas.

El hombre esperó un buen rato, suponiendo que se trataba de un estado temporal. Imaginó que pronto, la mariposa extendería sus alas y saldría volando. Pero eso no ocurrió. El animal permanecía arrastrándose en círculos y así murió.

El hombre ignoraba que la lucha de la mariposa para salir de su capullo era un paso indispensable para fortalecer sus alas. En ese proceso, los fluidos del cuerpo del animal pasaban a las alas y era así como se convertía en una mariposa lista para volar.

                                         No intervenir es también ayudar
La moraleja de esta historia podría describirse así: no hagas por otros nada que ellos puedan hacer por sí solos. De pretender ayudar a los demás desinteresadamente a adoptar un papel salvador que les hace, y nos hace, daño, hay solo un paso.

Ayudar sin que alguien lo haya pedido, o realizar sacrificios gigantescos por otros, puede ser un gran error. Nos puede animar un sentimiento auténtico de generosidad, pero también la motivación puede ser un deseo secreto de generar dependencias de los demás hacia nosotros.

Con esa ayuda ilimitada podemos conseguir que las personas a nuestro alrededor se vuelvan pasivas y egoístas. Además, intervenimos en su desarrollo y probablemente estemos contribuyendo para que nunca “extiendan las alas”.

De este modo, fácilmente una persona puede dejar de ser el salvador para convertirse en víctima del “salvado”. Genera las condiciones para ser objeto de la explotación de otros y son los demás quienes toman el control sobre él. Es una situación en la que nadie sale ganando.

Evitarle esfuerzos o luchas a otros, es también evitarles logros y libertad. El secreto está en darle la mano a los otros cuando LO NECESITAN, no cuando LO QUIEREN. Alguien en condición de vulnerabilidad demanda nuestra ayuda, nuestra solidaridad: una persona enferma, física o emocionalmente; alguien que se encuentra en condiciones de limitación; otro que requiere un aporte puntual para seguir adelante.

El otro secreto es ofrecer una ayuda concreta. Colaborarle a alguien no significa adoptarlo de por vida. Esto se aplica incluso con los hijos, porque el propósito es ayudarles a volar y no a seguir moviéndose en círculos eternamente. Así que la solidaridad bien entendida ofrece ayudas específicas, no contratos de apoyo a término indefinido.

Dice una máxima oriental que “Es mejor cumplir con nuestro deber que con el deber del otro, por bien que lo podamos hacer”. Gran verdad.

Fuente: http://lamenteesmaravillosa.com/

domingo, 19 de abril de 2015

VIVIR EN PAZ

Para vivir en paz hay que tener en paz la Conciencia, que no quiere decir no haber cometido errores. Es reconocer que uno los ha cometido y estar atentos y dispuestos en la vida para no volver a caer en esto, tratar de redimirse, volcando Luz y los conocimientos que uno adquirió, desde su propia vida, para el bien de los demás, porque en mí ya no está más, yo entendí que no debe ser y entonces me comprometo a no hacerlo. ¿Cómo me comprometo? No es tan solo de palabra, sino que en atención a no volver a caer y no volver a hacer lo mismo. Para eso sirven, o deben servir, los errores, para aprender de ellos.

Si uno presta atención, en la escuela de la vida siempre está la lección y la enseñanza que nos ayuda a crecer, siempre, en cualquier situación que nos toque, tenemos la posibilidad de poner Amor o de poner nuestra personalidad para salir a crear problemas o diferencias. Lo que vamos a cosechar depende de lo que hagamos nosotros.

Si ponemos Amor en cada momento y en cada presente, es lo que cosecharemos, lo que estamos sembrando, y en función de lo que estamos sembrando, tendremos cada vez más claridad del bien que traen a nuestra vida los frutos que obtenemos de lo sembrado. Entonces, no es lo mismo comer un buen fruto que comer un fruto cualquiera tan solo para llenar la panza. Uno nos nutre, nos alimenta, nos ayuda a crecer, nos provee todo lo que necesitamos, y el otro sólo nos hace sentir llenos, hay diferencia.

El hombre, buscando lo fácil, tan solo busca sentirse lleno, entonces buscamos satisfacciones, beneficios, ya, en este momento, haciendo el menor esfuerzo posible, nunca nos parece suficiente lo que nos dan por todo lo que estamos haciendo. ¡Nos valoramos tanto!….

Daniel Ferminades Extraído del encuentro ¨Verdades Develadas desde la Conciencia¨realizado en Capilla del Monte , Córdoba, Julio 2014 (140726

domingo, 12 de abril de 2015

EL ARTE DEL BUEN AMOR

“El Amor es el Rey, pero en las relaciones a veces olvidaos nuestra Excelencia, para reducirnos a pordioseros, mendigos, que continuamente imploramos por un mendrugo de pan, habiendo olvidado que la hogaza entera ya es nuestra”. Un Curso de Milagros.

¿Quieres dejar de ser victima de la “otra persona”?
¿Quieres amar sin miedo?
¿Quieres amar sin condiciones?
¿Quieres dejar de actuar y SER?
¿Tienes una relación basada en el apego?

Toda relación de pareja que se sustente desde el ego, que a la vez se alimenta del miedo, nos lleva inevitablemente hacía el conflicto. El miedo está a cargo de la relación y por tanto, no sentiremos la maravillosa experiencia del Buen Amor.

¿Tienes miedo al abandono?
¿Tienes miedo a que te controlen?
¿Sientes que te “sacrificas” por tu pareja?

El Buen amor va de la mano del Ser. Es amar sin condicionamientos, es amar sin pedir, sin esperar, el buen amor no busca el propósito del obtener. La pérdida no existe, el miedo no existe, porque cada ser individual vive desde su sensación plena, se siente y se sabe desde su propia Magnificencia.
No hay necesidades que se tengan que cubrir por el otro/a, porque tú y sólo tú sabes quien eres, que quieres, porque tú eres la persona que te sostienes y te sustentas. El Amar Bien se basa en una relación de amor auténtico, verdadero.
Una pareja consciente vive la relación no desde la manipulación, la transacción, la manipulación emocional, vive desde la empatía, la compasión, sabiendo que cada uno desde su propia individualidad ya es en sí amor, felicidad, abundancia, porque la lleva dentro.

El ego nos dice que tenemos que buscar fuera, pero ahí no vamos a encontrar nada más que dolor. Si anhelas paz, felicidad, satisfacción, plenitud, busca dentro de ti, de este modo, las circunstancias externas no podrán ejercer ningún efecto ni control sobre ti, porque tú, sólo tú eres el dueño de tu propia vida.


Rosa Arauz. Lider Certificada a nivel Internacional por la Organización Sana Tu Vida. Louise L. Hay. EDUCANDO PARA LA VIDA. EDUCANDO PARA EL AMOR DESDE 1999.

viernes, 6 de marzo de 2015

LA SATISFACCIÓN DE VIVIR

La vida no es fácil para nadie. Ni aun para aquellos que creen tener todo resuelto, que presentan dificultades en otras áreas de su comportamiento y de su desempeño.
Pero una cosa es reconocer que no somos perfectos y que aún así luchamos y vamos tras nuestros sueños, y otra muy diferente es entregarse antes de comenzar, pensando que la vida es muy dura, y que ninguno de nuestros esfuerzos será reconocido ni valorado.
La satisfacción de vivir tiene que brotar de tu interior. No tiene precio ni cotiza en el mercado de valores. Es un ejercicio cotidiano en el que los éxitos y fracasos conviven armoniosamente, dando lugar a los aprendizajes necesarios para no cometer nuevamente los mismos errores.
 
                                                                                                                                  
                                                                                                                                    Walter Dresel

lunes, 16 de febrero de 2015

COSAS QUE NECESITAS HACER POR TI MISMO

Siempre encontramos "algo" con lo que no estamos a gusto, algo que queremos cambiar, mejorar o soltar.
Pueden ser pequeñas cosas, actitudes, temas más profundos o aspectos muy variados con los que convivimos día a día.
La clave siempre es "cambiar nosotros" y para llevar a cabo esos cambios, es necesario reconocerlos y cambiarlos por nosotros mismos.
Cada uno a su ritmo, según sus necesidades y prioridades y, cuanto antes empecemos, antes nos encontraremos disfrutando del proceso de renovarnos y aligerar lastre.

Algunas opciones para dar los primeros pasos:

1. Compartir tiempo con las personas adecuadas. – Es la gente con la que disfrutas, que te animan a mejorar de manera sana, te dan pistas, apoyan tus proyectos, no te juzgan y son alegres.
2. Si surgen conflictos, no huyas. – Los problemas en sí, no te definen, es la forma que tienes de afrontarlos y cómo te recuperas, la que habla de ti. Los conflictos no desaparecerán a menos que los afrontes. Haz lo que puedas, cuando puedas y de la mejor manera que puedas en cada momento. Es cuestión de dar los primeros pasos.
3. Sé honesto contigo. – Sé honesto acerca de lo que sería bueno cambiar en ti. Sé honesto acerca de lo que quieres y sobre todo, por qué lo quieres. Sé honesto en todos los aspectos de tu vida, siempre. Una vez que lo hagas, tendrás una mejor comprensión de donde estás ahora y cómo has llegado hasta aquí, y así estarás mejor equipado para identificar a hacia dónde quieres ir y cómo llegar allí.
4. Haz que tu felicidad también sea una prioridad. – Tus necesidades también son importantes. Si no te valoras, te cuidas y crees en ti, te estás saboteando. Recuerda, es posible hacerte cargo de tus necesidades sin descuidar a quienes están a tu lado.
5. Sé tú mismo. – Tratar de ser alguien que no eres es agotador. Sé tú mismo. Abrázate y reconócete con tus dones y flaquezas. Sé sincero contigo, y si no puedes poner tu corazón en todo lo que haces, no te exijas, haz los cambios poco a poco, pero sin pausa.
6. Vive en el presente. – Este momento es un milagro. Ahora mismo está lleno de Vida. Así que deja de pensar en cuántas cosas harás en el futuro. Deja de pensar en lo que sucedió o no sucedió en el pasado. Experimenta la vida que está sucediendo ahora.
7. Sé más amable contigo. – Si tuvieras un amigo que te hablara de la misma manera en que a veces te hablas a ti mismo, ¿Cuánto tiempo querrías compartir con él?... La forma en que te tratas, será la forma en que te tratarán.
8. Disfruta de lo que ya tienes. – Muchos creen que serán felices cuando alcancen un cierto nivel en la vida. ¡Error! Dedica un momento al despertar o antes de dormir, para agradecer el haber llegado a donde estás y lo que tienes.
9. Crea tu felicidad. – Si estás esperando a que llegue alguien y te haga feliz, puedes seguir esperando... Elije la felicidad a cada instante. Nada ni nadie puede impedir que seas feliz, sólo tu decides cómo vivir tu vida.
10. Estás listo para el siguiente paso. – ¡Ya estás listo! Tienes todo lo que necesitas en este momento para dar el siguiente paso, aunque te parezca pequeño. Rompe la inercia y avanza.
11. Escucha tu voz interior. – Si te ayuda, comenta tus ideas con otras personas, pero date el espacio suficiente para escuchar y seguir tu intuición. Sé fiel a ti. Di lo que necesitas decir. Haz lo que en tu corazón, sientes que es lo correcto.
12. Descubre la belleza de los pequeños momentos. – En lugar de esperar a que las cosas sucedan, sal al encuentro de ellas. Escucha el silencio, música suave, un paseo, un masaje, sorprende a un amigo, llama a un familiar, haz alguna manualidad, ... hay tantas cosas bellas cada día.
13. Eres el único responsable de tu vida. – Se el dueño de tus elecciones, toma tus decisiones libremente. Aprender a decir SI es tan importante como saber cuándo decir NO.
14. Céntrate en una sola cosa.- No puedes cambiarlo todo, pero siempre se puede cambiar algo. Empieza por aquello que te resulte más fácil y poco a poco, podrás ir modificando aspectos más complejos.
15. Visualiza una vida feliz.- Visualiza tu día antes de ponerte en marcha. Visualízate como una persona alegre, sana, amorosa. Proyecta en ti y en tu entorno felicidad, bienestar, abundancia, para ti y para todos los seres.
Semillas Solares.  Así me los han Dicho
  
http://semillassolares.blogspot.com.es

jueves, 1 de enero de 2015

REVOLUCIÓN DEL ALMA

Reflexiones para cada día...
Nadie es dueño de tu felicidad, por eso no entregues tu alegría, tu paz, tu vida en manos de nadie, absolutamente nadie.
Somos libres, no pertenecemos a nadie y no podemos querer ser dueños de los deseos, de la voluntad o de los sueños de quien quiera que sea.
La razón de tu vida eres tu mismo.
Tu paz interior es tu meta de vida, cuando sientes un vacío en el alma, cuando piensas que aun te falta algo, incluso teniendo todo, vuelve tu pensamiento a tus deseos más íntimos y busca la divinidad que existe en ti.
No coloques el objetivo demasiado lejos de tus manos, abraza los que están a tu alcance hoy.
Busca en tu interior la respuesta para calmarte, tú eres reflejo de lo que piensas diariamente.
Deja de pensar mal de ti mismo, y se tu mejor amigo siempre.
Sonreír significa aprobar, aceptar, felicitar.
Con una sonrisa en el rostro las personas tendrán la mejor impresión de ti.
Trabaja, trabaja mucho a tu favor.
Deja de esperar la felicidad sin esfuerzos.
Critica menos, trabaja más.
Y, no te olvides nunca de agradecer.
Agradece todo lo que está en tu vida en este momento, incluso el dolor.
La grandeza no consiste en recibir honras, sino en merecerlas.

Aristóteles