Dentro del proceso creativo a veces no sabemos como empezar a materializar las cosas, situaciones o elementos que deseamos.
En parte esto ocurre porque no sabemos pedir, de hecho “pedir” ya es algo que no ayuda. Cuando elevamos una petición, indirectamente estamos asumiendo que carecemos de aquello que pedimos, ya que ¿para que voy a pedir algo que ya tengo o que ya soy?.
Una solución sería dar por sentado que ya tenemos o somos aquello que queremos ver manifestado. Una herramienta para hacer esto es agradecer. Cuándo agradezco lo que ya tengo, voy generando un impulso creador. Ser agradecido abre la puerta a todo aquello que queremos ver manifestado. En vez de pedir (y generar el sentimiento de carencia) agradezcamos aquello que queremos como si ya lo tuviéramos (así generaremos un sentimiento de abundancia).
Por otro lado, otro “error” que se comete en el proceso creativo es invertir el paradigma “ser, hacer, tener”. Nos acostumbraron a pensar que primero hay que tener (dinero por ejemplo), para luego hacer (una actividad, una acción, pagar por algún producto) que finalmente nos llevará a ser (más feliz, por ejemplo). En realidad es mucho más simple.
Cuando estoy consciente de que en este momento Yo Soy (feliz, por ejemplo), voy haciendo cosas producto de ese “ser feliz” ( como dedicarme al servicio), para finalmente terminar teniendo (dinero para vivir, una casa, comida, etc.).
Estos dos puntos pueden ser de mucha ayuda al momento de abordar la aventura del proceso creativo. El potencial creador que tenemos se expresará de mejor manera si nos situamos en un contexto de gratitud y al mismo tiempo recordamos que el ser, lleva al hacer y termina con el tener.
por Nicolas Tamayo
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