miércoles, 21 de septiembre de 2011

El temor al crecimiento

Cuando observo a las personas temerosas frente a determinadas decisiones, cuando las percibo repitiendo las mismas conductas por miedo a fracasar, a perder el amor de quienes de los rodean, cuando noto que no se animan a implementar sus deseos, cuando descubro que cuentan con capacidades en estado inerte y sus ansiedades elevadas, cuando distingo el laberinto que han construido, que resulta justificatorio de su inacción; siempre pido lo mismo: POR FAVOR YO SUPERIOR ILUMINA A ESTAS PERSONAS, Y AYUDALAS A PERCIBIR QUE LA VIDA SIEMPRE LES OFRECE SU MANO.
La vida nunca te abandona, aún cuando por momentos parece que todo está perdido, aún cuando la muerte y la enfermedad propia y ajena nos rodee, aún cuando ya hayamos perdido muchas oportunidades, aún cuando algunas tristezas parezcan interminables; solo tenemos que comenzar a confiar en nosotros y a tomar pequeñas decisiones que restablezcan nuestra armonía con nosotros y con el universo.
Me viene a la mente la imperdible película “Mi pie izquierdo”. Ésta cuenta la historia real, de un niño que tenía el cuerpo absolutamente paralizado. Lo único que podía mover, trabajosamente, era su pie izquierdo y su cabeza. Frente a la mirada atónita de propios y extraños, el niño decidió aprender a escribir, a leer, a pensar, a jugar al fútbol de arquero y a aportar una mirada lúcida sobre la vida.
Nunca se entregó, nunca negoció sus deseos, nunca cerró ninguna puerta, hasta poder explorar y verificar si podía con el desafío que implicaba.
Con el tiempo, no solo escribió y publicó un libro de su autoría, sino que también se casó con su enfermera.
Nadie tiene la receta correcta e infalible para gestionar su vida, tampoco sé si existe tal cosa. Solo sé que existen una serie de precondiciones imprescindibles para lograr cumplir nuestros sueños verdaderos:
No temer al futuro, ni a los cambios
Tomar muy cuenta los temas que realmente te apasionan al momento de tomar decisiones
Pensar en positivo
Leer los signos y las oportunidades que te proporciona la misma realidad
Decidirse a actuar, pero sin ansiedades
Perdonar y perdonarse por acontecimientos pasados
Las oportunidades existen para todos, solo basta observar la historia de los grandes pensadores espirituales que atravesaron tortuosas vidas y situaciones límite de grandes enfermedades.
Para ilustrar el tema, adhiero a esta editorial el video del caso de Choi Sung Bong, un joven huérfano desde los 3 años, que se escapó por maltratos en el orfanato a los 5 años, para vivir en la calle toda su vida, sobreviviendo, durmiendo en baños públicos y en las escaleras del subte. En el video vemos la presentación de Choi en la audición de Corea Got Talent.
Deseo que aproveches la emoción que a todos nos provoca este testimonio…, para pensar en tu vida, para revisar las decisiones que te faltan tomar, para definir el devenir que querés darle a tu existencia, para desparramar el amor que podes expandir a tu alrededor, para tomar conciencia de lo importante que sos para todos nosotros.
-Fuente: Revista Namaste

jueves, 8 de septiembre de 2011

AMORES QUE CREAN, AMORES SANOS

Más importante que él o ella, la verdadera atención debería centrarse en nosotros mismos al momento de entrar en una relación. ¿Quién es él/la que está entrando en esta relación? ¿Estoy satisfecho conmigo mismo? ¿Puedo tolerar, o mejor aún, disfrutar, mi propia compañía?
El hombre o mujer con quien formamos pareja no tiene el deber de amarnos, ni de sanarnos. No se puede entrar en una relación para sentirnos realizados, ni completos. Una relación que tiene como principio ser un paliativo para la propia soledad, frustración o desamor está condenada al fracaso.
Una persona que persigue al amor de su vida creyendo que este le dará lo que no puede darse a si mismo/a va derecho a una fatal decepción. Nadie puede darte lo que no te das a ti mismo/a. Quien ve en su pareja su escape, o un terapeuta, poco a poco se condena al agotamiento, ya que no “consigue lo que quiere” de su ser amado.
El verdadero propósito de la pareja ni siquiera es “estar juntos”, sino “crear juntos”. Una pareja que no crea va en contra del impulso del Universo. Una pareja es creadora de vida, actos, obras. Pueden ser hijos, cuentos, libros, cuadros, poesía, canciones, empresas, negocios.
En conjunto somos distintos. En una pareja son 3: Tú, Yo, y la Relación. La relación se convierte en un ser por sí misma. Un ser que no tiene porque invadir los caminos y mundos propios de cada individuo que la integra. Una pareja sana respeta mutuamente el espacio del otro. Mi espacio interior es sagrado, tan sagrado como el tuyo.
Yo Soy, satisfecho conmigo mismo, Tu Eres, satisfecha contigo misma. En la medida que esto sea así, creemos juntos.
por Nicolas Tamayo 

miércoles, 7 de septiembre de 2011

EL ARBOL CONFUNDIDO

Había una vez, algún lugar que podría   ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos.
Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste. El pobre tenía un problema: "No sabía quién era."
Lo que le faltaba era concentración, le decía el manzano, si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas.  "¿Ves que fácil es?"
No lo escuches, exigía el rosal. Es más sencillo tener rosas y "¿Ves que bellas son?"
Y el árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado.
Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó:
- No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución: "No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas... Sé tú mismo, conócete, y para lograrlo, escucha tu voz interior." Y dicho esto, el búho desapareció.
¿Mi voz interior...? ¿Ser yo mismo...? ¿Conocerme...? Se preguntaba el árbol desesperado, cuando de pronto, comprendió... Y cerrando los ojos y los oídos,
Abrió el corazón, y por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole: "Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje...
Tienes una misión "Cúmplela".
Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado. Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos. Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Ser. Hacer. Tener.