miércoles, 31 de diciembre de 2014

ACUÉRDATE DE SOLTAR EL VASO


Un psicólogo, en una sesión grupal, levantó un vaso de agua. Todo el mundo esperaba la típica pregunta: “¿Está medio lleno o medio vacío?” Sin embargo, preguntó: – ¿Cuánto pesa este vaso? Las respuestas variaron entre 200 y 250 gramos. El psicólogo respondió: “El peso absoluto no es importante. Depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo un minuto, no es problema. Si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo. Si lo sostengo un día, mi brazo se entumecerá y paralizará. El peso del vaso no cambia, es siempre el mismo. Pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado, y más difícil de soportar se vuelve.”
Y continuó: “Las preocupaciones, los pensamientos negativos, los rencores, el resentimiento, son como el vaso de agua. Si piensas en ellos un rato, no pasa nada. Si piensas en ellos todo el día, empiezan a doler. Y si piensas en ellos toda la semana, acabarás sintiéndote paralizado, e incapaz de hacer nada.” ¡Acuérdate de soltar el vaso!

FUENTE: http://psiqueviva.com/CUENTOS-REFLEXION/

sábado, 6 de diciembre de 2014

UNA CARRERA DE SAPITOS



Érase una vez una carrera de sapos en el país de los sapos.

El objetivo consistía en llegar a lo alto de una gran torre que se encontraba en aquel lugar.
Todo estaba preparado y una gran multitud se reunió para vibrar y gritar por todos los participantes.
En su momento se dio la salida y todos los sapos comenzaron a saltar.
Pero como la multitud no creía que nadie llegara a la cima de aquella torre pues ciertamente, era muy alta, todo lo que se escuchaba era:
“No lo van a conseguir”.
Qué lástima.
Está muy alto.
Es muy difícil.
No lo van a conseguir”.
Así la mayoría de los sapitos empezaron a desistir.
Pero había uno que persistía, pese a todo, y continuaba subiendo en busca de la cima.
La multitud continuaba gritando:
“Es muy difícil.
No lo van a conseguir”.
Y todos los sapitos se estaban dando por vencidos.
Excepto uno que seguía y seguía tranquilo cada vez con más fuerza.
Finalmente fue el único que llegó a la cima con todo su esfuerzo.
Cuando fue proclamado vencedor muchos fueron a hablar con él y a preguntarle como había conseguido llegar al final y alcanzar semejante proeza.
Cual sería le sorpresa de todos los presentes al darse cuenta que este sapito era sordo.
Sé siempre sordo cuando alguien duda de tus sueños.
Fuente: http://cuentosespirituales.blogspot.com.ar/